martes, 7 de abril de 2009

In memoriam

08/04/08

Hoy hace ya un mes que
ya no estáis,
que no sé porqué,
ya no soñáis.

El último domingo
en la memoria,
el último suspiro
en vuestra historia.

La vida abandona
a las nobles almas,
ya no perdona
a las buenas personas.

Aún llueve en la mirada
de los que siguen muriendo
con el alma consternada.

Alaridos cortando el aire,
que marcan la tragedia
de dolor inolvidable,
que ya nada remedia.

El peor ocho
de los días vividos,
un marzo como otro
de recuerdos sobrecogidos.

La suerte o el azar
os tuvo que escoger,
dejando marchitar
la rosa en vuestro ser.

Volad sin miedo,
cuidad de nosotros,
que miraremos al cielo
en honor a vosotros.

Cada estrella que brilla
es como una pequeña sonrisa
que dais para que siga
una nueva y sin vosotros, vida.

Vuelan palomas blancas,
como un bálsamo,
nos enviáis esperanzas
para seguir caminando.
Todo sigue, nunca igual que ayer, nunca igual que mañana, intentando rellenar a cada paso el puzzle de la vida, perdiendo piezas por el camino.

05/04/09

4 comentarios:

  1. DIES IRAE:

    Dies iræ, dies illa,
    Solvet sæclum in favilla,
    Teste David cum Sibylla !
    Quantus tremor est futurus,
    quando judex est venturus,
    cuncta stricte discussurus !
    Tuba mirum spargens sonum
    per sepulcra regionum,
    coget omnes ante thronum.
    Mors stupebit et Natura,
    cum resurget creatura,
    judicanti responsura.
    Liber scriptus proferetur,
    in quo totum continetur,
    unde Mundus judicetur.
    Judex ergo cum sedebit,
    quidquid latet apparebit,
    nil inultum remanebit.
    Quid sum miser tunc dicturus ?
    Quem patronum rogaturus,
    cum vix justus sit securus ?
    Rex tremendæ majestatis,
    qui salvandos salvas gratis,
    salva me, fons pietatis.
    Recordare, Jesu pie,
    quod sum causa tuæ viæ ;
    ne me perdas illa die.
    Quærens me, sedisti lassus,
    redemisti crucem passus,
    tantus labor non sit cassus.
    Juste Judex ultionis,
    donum fac remissionis
    ante diem rationis.
    Ingemisco, tamquam reus,
    culpa rubet vultus meus,
    supplicanti parce Deus.
    Qui Mariam absolvisti,
    et latronem exaudisti,
    mihi quoque spem dedisti.
    Preces meæ non sunt dignæ,
    sed tu bonus fac benigne,
    ne perenni cremer igne.
    Inter oves locum præsta,
    et ab hædis me sequestra,
    statuens in parte dextra.
    Confutatis maledictis,
    flammis acribus addictis,
    voca me cum benedictis.
    Oro supplex et acclinis,
    cor contritum quasi cinis,
    gere curam mei finis.
    Lacrimosa dies illa,
    qua resurget ex favilla
    judicandus homo reus.
    Huic ergo parce, Deus.
    Pie Jesu Domine,
    dona eis requiem. Amen.

    Traducción:

    Día de la ira; día aquel
    en que los siglos se reduzcan a cenizas;
    como testigos el rey David y la Sibila.
    ¡Cuánto terror habrá en el futuro
    cuando el juez haya de venir
    a juzgar todo estrictamente!
    La trompeta, esparciendo un sonido admirable
    por los sepulcros de todos los reinos
    reunirá a todos los hombres ante el trono.
    La muerte y la Naturaleza se asombrarán,
    cuando resucite la criatura
    para que responda ante su juez.
    Aparecerá el libro escrito
    en que se contiene todo
    y con el que se juzgará al mundo.
    Así, cuando el juez se siente
    lo escondido se mostrará
    y no habrá nada sin castigo.
    ¿Qué diré yo entonces, pobre de mí?
    ¿A qué protector rogaré
    cuando ni los justos estén seguros?
    Rey de tremenda majestad
    tú que, al salvar, lo haces gratuitamente,
    sálvame, fuente de piedad.
    Acuérdate, piadoso Jesús
    de que soy la causa de tu calvario;
    no me pierdas en este día.
    Buscándome, te sentaste agotado
    me redimiste sufriendo en la cruz
    no sean vanos tantos trabajos.
    Justo juez de venganza
    concédeme el regalo del perdón
    antes del día del juicio.
    Grito, como un reo;
    la culpa enrojece mi rostro.
    Perdona, señor, a este suplicante.
    Tú, que absolviste a Magdalena
    y escuchaste la súplica del ladrón,
    me diste a mí también esperanza.
    Mis plegarias no son dignas,
    pero tú, al ser bueno, actúa con bondad
    para que no arda en el fuego eterno.
    Colócame entre tu rebaño
    y sepárame de los machos cabríos
    situándome a tu derecha.
    Tras confundir a los malditos
    arrojados a las llamas voraces
    hazme llamar entre los benditos.
    Te lo ruego, suplicante y de rodillas,
    el corazón acongojado, casi hecho cenizas:
    hazte cargo de mi destino.
    Día de lágrimas será aquel día
    en que resucitará, del polvo
    para el jucio, el hombre culpable.
    A ese, pues, perdónalo, oh Dios.
    Señor de piedad, Jesús,
    concédeles el descanso. Amén.

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  2. Gracias a ti, porque este comentario no lo habría escrito si tu hubieras escrito tantas preciosidades! ^^ tk un monton mi alma gemela!! ;)

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  3. Lázaro no me eches tantas flores, me alegro que te gusten, ya sabes donde está mi pequeño blog para cuando quieras pasarte.
    Besos

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