viernes, 22 de mayo de 2020

Miedo

¿Qué hace la gente cuando tiene miedo?
Cuando tengo miedo no sé si hago lo que hacen los demás.
Un tiempo atrás, tenía mucho miedo, porque antes era muchas cosas, antes en realidad no era. El miedo lo era por mi. Era eso entonces, era miedo.
Es raro mirarse al espejo y no reconocerse. ¿Esa soy yo? ¿Esa era yo?
Me sentaba muchas veces al borde del abismo, pasaba frío.
A mi donde me gustaba estar era en la oscuridad, mis compañeras favoritas eran las hojas caídas en un otoño que anticipaba el invierno más crudo. Es como una manta de tristeza que da un calor extraño y que nadie sabe de dónde sale.
Antes era miedo, ahora también pero ¿cómo se llama este miedo? Otro nombre quizá.
El miedo nunca se va, cambia de forma, se funde en las entrañas y cambia con nosotros.
-2016

domingo, 10 de mayo de 2015

Tengo la sensación de estar apagándome.
De estar alejándome de mi misma.
A veces no me reconozco.
No sé que tierra estoy pisando, no sé dónde lleva este sendero.
No sé nada.
Nada.

jueves, 16 de abril de 2015

La inspiración a veces brota de una fotografía, en blanco y negro, del silencio.
He perdido la capacidad. Ya no.
He dejado de leer, he dejado de inspirarme, me he dejado. Mis tripas se han escurrido.
A dónde van las almas desgarradas de los precipicios. Y los precipicios, a dónde desembocan. El vacío de dónde viene y cuál es su expansión.

También pienso mucho en la muerte y me pregunto si estaré enferma.
Me pregunto muchas cosas, nadie responde.
Hay un fondo negro detrás, pero nunca puedo atraversarlo, las preguntas difuminadas se contorsionan con las respuestas en un vacío que cae en picado.
Al final no hay respuestas.
Ni preguntas.
 
Las almas que van al vacío siempre van llenas. Irónico. Raro.
Solo fluye, déjalo fluir, déjalo salir. Lleva demasiado tiempo escondido no te das cuenta. No, no estaba escondido, estaba dormido. Si, dormido.
Llevamos mucho tiempo durmiendo, qué pasa con las almas que duermen tanto, se duermen para siempre. No, están en coma, y en el letargo se entrelazan y viajan en el tiempo, de aquí para allá, hacia ningún lugar, en todas partes y en ningún lugar.
Y la inspiración cuando muere a dónde va.
No, la inspiración nunca se muere, se aletarga, se encoge, se enrolla en un bucle translúcido, espera volver a florecer.
Cuándo.


miércoles, 13 de agosto de 2014

.

Me habría enamorado de ti tantas veces como versos hubieran escrito tus ojos en mi dirección.
Los ojos más brillantes que habré visto jamás. Escribiría poesía sobre ellos sino fuera porque ellos la inventaron.
Habría acabado con tantos pergaminos emborronados de tinta como me hubieran permitido los poros de tu piel. Y habría soñado con haberlos seguido con la punta de mis dedos hasta haber creído que tocaba las mismas estrellas que acunan a la luna cada noche.

Llené la pluma de tinta, que ojalá hubiera sido infinita. Porque no hay tinta suficiente en la tierra que la abasteciese si de ella dependieran mis pensamientos para describirte. Mis dedos, posados en las caderas de la estilográfica, eran pura poesía en movimiento.
Los días se me llenaban de lunas que entonces no eran más que días de noche y noches de negror espeso.
Eres la poesía cantándole al viento.
Eres justo lo que jamás tendrá definición.
Y en tu definición mismamente habré de perderme tantas veces...

lunes, 3 de marzo de 2014

La introspección llevada al extremo o al comienzo más primitivo.

Ojalá deje de verme reflejada en el cristal que custodia las agujas de cada reloj despistado que se tropieza con mis ojos.
Ojalá entendiese más y me preguntase menos.
Aquello, aquellas cosas, que es lo más sencillo, me parece un mundo abstracto en el que mis manos se desdibujan a cada intento de penetrarlo.

Ojalá el plato de lentejas estuviera más vacío y mi mente más llena. Que el peso de cada cucharada fuese directo a los kilos que le faltan a mi materia gris y no a los puntos ciegos de mis debilidades.

A veces ajena, a veces enajenada, a veces.
Y la música lejana y el humo del cigarro y las calles infinitas.
Me retroalimento de elementos de los que se enamoran mis pupilas pero cuya imagen no se transfiere a la razón.

Ver, amar, y no entender nada.

Querer serlo todo y no ser nada. Hablar y expulsar silencio, mientras que el espejo dice "no te veo".
El espejo que dice "veo hasta lo que tú no ves" espera entre las sábanas, se traga las lágrimas que no son más que el espejo subjetivo de la propia mente.
El espejo de las sábanas dice que en la nocturnidad y la nada de los sueños está el 'YO' que la luz del día no te revelaría jamás.

domingo, 19 de enero de 2014

El vidrio pétreo en los ojos. La opacidad.
Los cristales cuando se resquebrajan.
El dolor.

Los arañazos invisibles en tu espalda,
mis uñas inertes, libres.
Las lágrimas secas.

La punta de tu nariz y el hielo,
la fiebre en mi boca.
La vida.

Los ojos fríos del mar,
la infinidad de los instantes clavados en el alma.
La belleza.

Los pájaros ávidos de primavera,
el calor aun sin gestar.
El vuelo inacabado.

Mis huellas dactilares en la comisura de tus labios,
la vergüenza tibia de tus costillas,
tus nervios latiendo en el lóbulo de mi oreja.
El ardor de tu piel.

La oscuridad de tus pupilas,
tus pestañas sin fin,
la profundidad de tu sonrisa.
La felicidad.

viernes, 3 de enero de 2014

Frío.

Un invierno dura lo mismo que dura el hielo en las entrañas. Un invierno demasiado largo. Invierno, invierno otra vez. La última vez que se secaron las primeras hojas de otoño el invierno había durado lo de siempre. Las mismas penas y las mismas lágrimas hechas nieve y derretidas al sol de la primavera. Igual que siempre.
Siempre no es igual y siempre no es lo mismo nunca.
Habría jurado que nunca había pasado tanto tiempo en el hielo. Duro, límpido, de belleza perfecta e inacabable. Puro y duro como el acero, cortante y castigador.
365 días repartidos en estaciones, frío, calor, calma y tempestad. El año infinito, de invierno alargado y sombrío. Increíblemente largo.
El más largo de la historia.
Las arenas más lentas jamás caídas en un reloj.
El tiempo hecho agujas de soledad y de perpetuidad.
Se nos olvidó que había un sol, que había algo más, se nos olvidó casi todo.
Los recuerdos, los pensamientos, lo que sentíamos. Caía en copos de nieve todos los días que se adhería al suelo y que pisábamos constantemente. Hemos pisado las lágrimas de cristal cuyos filos destruían nuestros pies y todo aquello que hemos amado y que andábamos pisando de manera imperceptible.
Hemos destruido y nos han destruido. El hielo nos ha quemado y con él lo hemos quemado todo.
A veces parece que nunca se acaba, a veces parece que hace calor.

viernes, 25 de enero de 2013

Further inside.


As a hole, further inside.

When he goes the earth absconds
and sun turns black in hindsight,
clouds come from the great beyond,
from the most starless and coldest night.

When he disappears the sky expires,
the last breathe is taken
by my deepest extinguished fire.

Further inside.

Out of the blue, leaving my mind to its fate,
digging in pain, breaking the thin glass,
something that was asleep now it is awake
opening daintily its eyes which are afraid.

And further inside his absence brights,
his figure is blurry and blind,
his words are bearing in my mind.

So far as I know, he is not so far,
but every second weighs,
it weighs more than the previous one,
leaving me in a sad haze.

lunes, 10 de diciembre de 2012

jueves, 11 de octubre de 2012

Almost always. Always.

A veces las primeras líneas son más complicadas.
Estrechas, ajenas, robadas.
Las primeras y las últimas. Las imposibles.
Las líneas. El límite.
La complejidad de lo ausente, lo desolador.

A veces también, vivir es morir.
Es colarse entre los segundos apagados.
Deslizarse entre dedos de arena.
Entre minutos ahogados.

A veces.


A veces, se esconden mis deseos,

brillantes de polvo y nostalgia.
Se escabullen en mis entrañas.
Huyen. Solo como se puede
intentar salir de entre cuatro paredes.

A veces, el fuego con el que juegan

las intenciones también se apaga.
La cera que se desprende, también se seca.
Y ni polvo, ni cenizas, ni devastación.

El vacío del polvo extraño que se aleja con la respiración descompasada.


A veces, y en realidad siempre.

Siempre que no estás.