miércoles, 29 de diciembre de 2010

Whistle


Increíble. Creo que es una buena palabra para definir este momento. Porque parece que me siento viva en mucho tiempo, y que la tristeza se ha marchado un rato a pasear, pero esta vez sin mi. Creo que además hoy me siento sorprendida. Y esta sensación me gusta, ya lo creo, hace sol, mucho sol.
Anoche quizás me sentí un tanto inquieta, llegué a casa de capa caída. Me sentí abrumada por lo que había percibido. Recibí un empujón, un nuevo soplo de aliento. Si tan solo todas las noches tuvieran matices como esa, fueran así de inspiradoras.
Porque las necesito, creo que algo como esto es lo que andaba buscando, divagando de allí para acá sin encontrar respuestas a preguntas que quizás ni me llegué a formular. Y como decía mi querido amigo de http://ausente-dmk.blogspot.com/, la incoherencia, ¡eso es! A mi me gusta ser incoherente, me gusta desvariar. Porque siempre hay algo que decir, siempre tenemos algo que decir, el como y el porque forman parte del escenario, pero están al fondo, no son el motivo, ni lo que debemos buscar.
Porque ayer, yo también me sentí muy muy pequeñita, más bien, insignificante... Pero hoy, no sé si la luz del sol está iluminando algo en mi cabeza pero hace que me sienta bien, hace que no me sienta como estas últimas semanas. Así pues... hoy me apetece correr, desaparecer entre los rayos del sol... Y aprender, escuchar, dejarme llevar, sentirme pequeña para ir creciendo cada vez más. Porque de eso se trata, de crecer, a todas horas, de ser cada vez un poquito más grandes, de empezar desde cero.
La música, también me acompaña ahora, entra por mis oídos y recorre mis sentidos, Love of Lesbian hace bailar mis dedos hoy por el teclado de forma frenética, también me arrancan una leve sonrisa...
No sabía en realidad lo que quería plasmar, por eso dejé de pensar, y me callé hasta esta mañana. Siempre me arrojan más claridad las mañanas que las noches, a pesar de que estas últimas son las elegidas para dejarme caer. Así pues mejor me vuelvo a callar, porque el silencio a veces me dice más de lo que los demás creen no escuchar.

Si me lees, Diego, he de agradecerte tu entrada otra vez, me ha servido para ordenar un poco mis ideas y para saber que es lo que quería decir.

3 comentarios:

  1. Estoy como tú, Raquel. Anoche lo pasé muy mal por varios motivos, pero hoy es uno de esos días en los que, pese a que todo lo que me preocupaba ayer sigue estando aquí, me siento feliz. Sin motivo aparente. Simplemente feliz. Mi tristeza también se ha ido a pasear. A ver si encuentra a la tuya, hacen buenas migas, y nos dejan tranquilos al menos por un tiempo, ¿no te parece?

    Un saludo ;)

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  2. Que ganas tenía ya de leer una entrada alegre. Siempre he pensado que es una pena que, con lo bien que sabes expresarte escribiendo, sea siempre de manera melancólica y triste. Así que, ya sabes, ¡una cervecilla y a vivir!

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  3. Diego, yo creo que hicieron buenas migas, los próximos en sacar un libro somos tú y yo...xD.
    Sr. Púrpura, es raro ¿eh?, pues ya era hora, porque como decimos Diego yo en nuestras entradas, ayer aparte de sentirnos tristes nos arrojaron un poco de luz. Y respecto a eso de la expresión... discrepo, todavía estoy en proceso de recuperar ese último soplo de aliento que haga que por una vez me sienta orgullosa de una entrada.
    ¡Gracias a los dos! =)

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