martes, 24 de marzo de 2009

Espuma blanca

Tus ojos se clavan en mis ojos
como una puñalada
inminente, espumosos,
mi alma torna en desolada.


Alma, que sin avisar
te encerró a merced
del profundo atardecer
con vistas al mar.


Arena sin huecos,
sal que retoma
de sueños inmersos,
la última caracola.



Sosiego en la brisa,
sabor de la salada,
destello y brilla
enmedio de la marejada.

Allá van como barcos,
salidos de la temida,
dirección a los altos
de la mar desconocida.

Cae ya la noche a desvestir
las olas blanquecinas,
vuelves a sonreir
amor, serenas salinas.

24/03/09

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