Según Descartes, en uno de los apartados de las fases de la duda, decía, que los sentidos no son una fuente fiable de conocimiento...
Me he dado cuenta de que no es posible, de que no puedo huir, no lo entiendo. Cuanto más intento alejarme de tí, de mis pensamientos que van detrás de ti, lo único que consigo es estar frente a frente con aquello de lo que huyo.
Es horrible patinar entre neuronas conectadas por, la que ahora mimso desprecio, sinapsis. Huyo, pero esta está conectada a otra, y esta otra a otra, un círculo vicioso del que me es imposible huir.
Estoy empezando a cansarme de todo esto. O el juego está perdiendo toda su emoción, o yo, como siempre, me he montado mi propia ilusión.
Siento que corro, huyo, y al final me veo frente a frente con lo mismo, ¿porque parece que nado en dirección contraria a mi misma? Engaño.
En vez de perseguir evitarte, dejaré que todo esto pase delante de mi mientras yo cierro los ojos.
A veces me desquicio, me dan ganas de todo y nada a la vez.
Enamorarse en silencio es un lento suicidio moral.
Deseo que mis sentidos me engañen, que pases por al lado y no pueda verte y no sienta más esta sensación de ahogo que siento cuando estás cerca. No percibirte.
Deseo arrancarte a pedazitos.