jueves, 9 de febrero de 2012

Introspection

Dèjá-vu.
El recuerdo de algo
que nunca ocurrió
y que sin embargo existe
en lo más profundo
de la inconsciencia.
El sueño de lo irreal
y la incertidumbre.
Me acordé entonces
de lo pequeñas que
se hicieron mis pupilas.
Cada vez que abrías
la boca
yo me hacía
más pequeña
y cada vez más grande
se hacía
el tamaño de tus palabras.
En un lugar en el
que hasta el polvo
se paseaba en la
literatura de tus
dedos.
Me habría enamorado
de ti
de mil formas diferentes.
Escarbé la tierra,
a golpes,
de tu tumba,
tantas veces como
lágrimas descendieron
por el desnudo
de tus fugaces
miradas.
Y sobre ella misma
pues,
nacen ahora flores
y espinas
que mueren
enredadas
en el amanecer
de cualquier otro
dèjá-vu.
En el horizonte
donde se queman
los sueños.