Habría atravesado los más vastos mares.
Habría cruzado fronteras, pueblos y países enteros.
Habría devastado penas y pesares.
Hubiese acabado con las nubes negras,
con las tormentas y los días de grises perlas.
Me habría dejado caer, y sin más perecer,
me habría dejado morir por última vez en el amanecer
.
Y las mañanas se habrían hecho noches
y las noches abismos sin mañanas.
Habría sido capaz de todo y de nada.
Habría visto caer a las estrellas
y ver llorar a la luna por ellas.
Y con ellas, me habría cosido el alma,
había cerrado las ventanas y esperado al alba.
Y de haber por haber ni sueños quedan,
ni soñadores.